En el video El viento se lo llevan las palabras II (2005), Miguel Rael sopla sobre la frase que da título a la obra, construida en el piso a partir de un polvo blanco. Utilizando el rebobinado como efecto para jugar con las posibilidades del tiempo, revierte el contexto de la frase original y dicho popular: “Las palabras se las lleva el viento”. Un dicho que tiene su origen en una frase del senador Romano Cayo Tito: “Verba volant, scrīpta mānent”, y significa: "las palabras vuelan, lo escrito queda".
Por medio de una acción sencilla, el artista ensaya la representación y deconstrucción del lenguaje escrito, como algo igualmente impermanente y en continuo cambio.